Alejo Crisóstomo: un productor que supo valorar las oportunidades que le dio la vida Y consolidarse en el ámbito cinematográfico
Alejo Crisóstomo es productor y director de fotografía de Espejo, documental que fue seleccionado para ser parte de la categoría “Enfoque” del 11° Costa Rica Internacional de Cine (CRFIC).
La sección “Enfoque” nos lleva a ver con otros ojos diversos aspectos de nuestra realidad. En esta ocasión se presentarán dos películas de política centroamericana, una de ellas es la producción de Crisóstomo.
Espejo aborda el caso de Rios Montt, condenado por genocidio en contra del pueblo Maya Ixil en Guatemala y delitos de lesa humanidad. El documental se presentará este sábado 28 de octubre en la Sala Gómez Miralles del Centro de Cine a las 7:00 de la noche.
Al finalizar la proyección del documental habrá un conversatorio junto al historiador costarricense Antonio Jara, en aras de profundizar sobre este lamentable hecho en el que se perpetraron masacres sistemáticas en las comunidades de este grupo indígena.
Alejo Crisóstomo es nacido en Guatemala, de familia chilena. Sin embargo, la vida le ha dado la oportunidad de estar cerca de Chile y de distintos países de Centroamérica, incluído Costa Rica, país al que le guarda también un sentido cariño y en el que vivió por poco más de cuatro años, en el que conoció a su esposa Kattia Zúñiga (directora de Las Hijas) y en el que ejerció con entrega y convicción en el ámbito de la docencia.
“Durante esos años que estuve en Costa Rica hicimos cuatro largometrajes: Padre, Nina y Laura, Muñecas Rusas y El Codo del Diablo. Paralelamente, trabajaba como profesor en la Universidad Veritas, fue muy inspirador trabajar con jóvenes cineastas”, resaltó Crisóstomo.
Los inicios de Alejo en el ámbito cinematográfico fue en el año 1998, cuando fue invitado a participar en un cortometraje; esa oportunidad despertó en él una clara afinidad y pasión, y se convertiría en la guía para buscar especializarse en algunas escuelas de cine, sin embargo, la vida le daría la oportunidad de aprender sobre la marcha y en el ejercicio del trabajo.
Guatemala se convirtió en un país trascendental para catapultarlo en el ámbito; para el año 2002 se preparaban tres largometrajes: Donde acaban los caminos, La casa del frente y Lo que soñó Sebastián.
“Algo estaba pasando en Guatemala con este nuevo renacer del Cine que fue muy inspirador para mí; tuve la oportunidad de trabajar en la preproducción de La casa del frente y posteriormente entré a trabajar en el largometraje Donde acaban los caminos. Fui además continuista durante el rodaje y con una muy bonita relación con el director mexicano Carlos García fui invitado a editar esa película; el rodaje y la postproducción de Donde acaban los caminos se volvió mi escuela”, recordó Crisóstomo.
“Curiosamente no solo caí en Guatemala en el momento indicado sino que empecé a trabajar en películas en otro momento que para mí fue indicado, que es cuando empieza un poco a democratizarse el cine; empieza como aceptarse los rodajes con cine digital y los procesos de postproducción empiezan a ser también más accesibles. Entonces lo que antes sólo se podía hacer en una máquina de 70 mil dólares, de repente, uno podía hacerlo en la computadora de la casa. Y bueno, entonces con el mismo empuje de querer hacer cine y ahora con las herramientas en la mano, desde entonces no he parado” agregó el productor.
Cuatro años más tarde, en el 2006 Crisóstomo logró Blanca, un cortometraje de ficción que habla sobre el amor de una madre a su hija, esta producción atinó con las expectativas que tenía: “aunque antes de esa fecha había hecho otros cortos, con este proyecto sentí que podía hacer cine, que lo que estaba imaginando podía realizarlo, fue un resultado bastante profesional y con un recorrido de aceptación en festivales; con Blanca sentí que tenía las herramientas para contar historias a través del Cine”.
Guatemala, la tierra que vio nacer a Alejo Crisóstomo, parece abrazarlo fuerte y demostrarle que seguirá siendo más que aquella tierra de oportunidades que lo impulsó y destacó en la producción audiovisual.
La película Espejo, que se presentará en el Costa Rica Festival Internacional de Cine, se filmó en el año 2021. El guión y dirección estuvo a cargo de Manuel Santander, un realizador chileno. Este es un documental alrededor del juicio de Genocidio de Efraín Rios Montt, un dictador de Guatemala de los años 82 y 83, se toma la transcripción del juicio y se canaliza en una puesta en escena que hacen cuatro grupos de adolescentes de distintas regiones de Guatemala.
Alejo Crisóstomo es además el productor del documental Órbita de Clea Eppelin, y productor y director de fotografía de la película Las Hijas de Kattia Zúñiga; ambas producciones forman parte de la Competencia Centroamericana y Caribeña de Largometraje del CRFIC.