Nina y Laura
Después de la muerte del hijo de Laura, ella decide irse a Chile a estar con su familia un tiempo. Su pareja, Nina, se queda en la casa de ambas en San José y se encarga de deshacerse de las cosas del niño y desarmar su cuarto. La tristeza es una presencia constante que no se permite manifestar ningún personaje en esta película; la viven de manera muy solitaria e íntima, intentando seguir con la vida pero alejándose cada vez más la una de la otra. Esta película retrata un cierto tipo de duelo, o, podríamos decir, algo que es parte de todos los duelos, con mucha atención al detalle de las emociones, interacciones y atmósferas, transmitiéndonos de manera especialmente vívida el vacío y la impotencia de las personas frente a algunos dolores.