María
María (55) es una mujer campesina que mantiene su parcela con la ayuda de su nieto (6), y están cosechando los frijoles de la temporada. Vive lejos del pueblo con su hija (17) en Upala, Costa Rica. María dice que no ha tenido suerte en el amor de pareja, pero ahora, tiene en su tierra una autonomía y tranquilidad en las que encuentra lo necesario. Disfruta ver la luna llena en las noches, y cuidar a sus animales. Es una sobreviviente de muchas formas de violencia, una mujer fuerte que sabe cuidarse, cuestionarse, trabajar y descansar. María sueña una vejez como la que le ha prometido su hija: siempre cerca de su monte.