Pedro Costa

Pedro Costa nació en 1959, en Lisboa, Portugal. Es un director, guionista y productor, conocido por su gran aporte a la forma de ver el cine contemporáneo. Especialista en el género docuficción y en el cine experimental, es ganador del Premio France Cultura, en el Festival de Cannes de 2002 por su película No Quarto da Vanda. Durante sus primeros años, Portugal vivió la dictadura de António de Oliveira Salazar, contexto que no fue un impedimento para dar inicio a su carrera filmográfica. Realizó estudios en la Escuela Superior de Teatro y Cine, luego de casi graduarse de la carrera de Historia.

En los años noventa, Costa junto a los directores Teresa Villaverde y Joao Pedro Rodrigues, se posicionó en el movimiento cinematográfico portugués, y gracias a su inventiva se convirtió en uno de los precursores de un cine más crudo, realista y emotivo que contaba historias fuertes con contenido político y económico.

Costa consigue sus primeros empleos en el medio como ayudante del director Jorge Silva Melo, de quién aprende sobre el trabajo de campo y ensaya una visión a partir de sus películas propias.

En 1989 realiza su primer largometraje titulado La Sangre, dando inicio a una larga carrera cinematográfica. Partiendo de experiencias donde escasean los bienes materiales, se desapega del convencionalismo y tiene como centro único y principal el ser humano y su tragedia.

Costa tiene influencias del cine francés y estadounidense, en autores como Jean-Marie Straub y Daniéle Huillet, John Ford, Jacques Tourneur y Fritz Lang; la iluminación, la paleta de colores y la crudeza de sus imágenes van de la mano de clásicos de Hollywood. Añade realismo en la pantalla con actores poco conocidos o sin ninguna experiencia, y prioriza diálogos espontáneos a un guion de una escritura.

Realiza sus producciones con la cantidad mínima de personas (incluso, solo 3), ya sean equipos de grabación, personal o la logística, pues para él, para transmitir una historia real no hacen falta adornos.

Su método de trabajo incluye una gran cantidad de planos de personas, puertas y ventanas, una cámara y mucha realidad. Esto lo coloca como uno de los directores de cine Portugués que sobresale por su austerísimo y calidad en el mensaje, un tipo de cine mucho más simple como a él le gusta recordar con añoranza.