• El despertar de las hormigas de Antonella Sudasassi se alza con el premio a Mejor largometraje costarricense.
  • Temblores de Jayro Bustamente gana el premio a Mejor largometraje centroamericano.
  • El premio al Mejor cortometraje nacional es otorgado a Estelas de Milena Salazar.
  • Callos de Nacho Rodríguez y Galatea al infinito de las directoras Mariangela Pluchino, Julia Maura, Ambra Reijnen, María Chatzi y Fátima Flores fueron reconocidas con Premios especiales del jurado.
  • El baile de la gacela, Yo no me llamo Rubén Blades y La bohemia fueron las favoritas del público para cada una las categorías en competencia.
  • Industria CRFIC reconoció a las películas Ceniza negra y El silencio del topo y al proyecto cinematográfico Lugares vacíos.
     

El Costa Rica Festival Internacional de Cine en su sétima edición (7CFRIC), anunció la noche del sábado 6 de abril las películas premiadas de la Competencia centroamericana de largometraje, Competencia costarricense de largometraje, Competencia nacional de cortometraje y su sección Industria.
 

El evento de clausura del 7CRFIC, impulsado por el Centro Costarricense de Producción Cinematográfica (Centro de Cine) del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ), se realizó en el icónico Cine Magaly en la capital San José, donde además se revelaron los premios del público, tres reconocimientos que los espectadores otorgan con su voto a las películas presentadas en las secciones competitivas del Festival.

El premio de la Competencia costarricense de largometraje le fue otorgado a la ópera prima de Antonella Sudasassi El despertar de las hormigas (Costa Rica, 2019), el de la Competencia centroamericana de largometraje recayó en Temblores (Guatemala, 2018) del director Jayro Bustamante; y el galardón de la Competencia nacional de cortometraje fue concedido a Estelas (Costa Rica- Canadá, 2019) de Milena Salazar.

En esta edición, los jurados decidieron entregar un Premio especial al largometraje Callos (Costa Rica, 2018) del director Nacho Rodríguez y al cortometraje Galatea al infinito (Costa Rica- España, 2017) de las directoras Mariangela Pluchino, Julia Maura, Ambra Reijnen, María Chatzi y Fátima Flores.

También otorgaron Mención especial al largometraje La batalla del volcán (El Salvador- México, 2018) del director Julio López.

Con respecto a los Premios del Público, los espectadores eligieron como sus favoritas a la película El baile de la Gacela (Costa Rica-México, 2018) de Iván Porras, de la Competencia costarricense de largometraje; al documental Yo no me llamo Rubén Blades (Panamá-Argentina-Colombia, 2018) de Abner Benaim, de la Competencia centroamericana de largometraje; y a La Bohemia (Costa Rica, 2018), de Natalia Solórzano, de la Competencia nacional de cortometraje.

 

La directora del Centro de Cine, Ana Xóchtil Alarcón, señaló que “esta premiación es un buen reflejo del estado del cine y el audiovisual costarricense y centroamericano. Maravillosas propuestas de personas jóvenes que arriesgan con sus creaciones y sus historias.  Cada vez más mujeres expresan con su mirada y su talento una cinematografía fresca y novedosa. El cine que gusta a la gente además es el que entraña esa capacidad que por definición tiene el cine, la de representar la realidad y con ello autorepresentarnos”.

En relación con los premios otorgados, el director artístico del CRFIC, Raciel Del Toro, sostuvo que “en el conjunto de películas premiadas de cualquier festival siempre hay vaticinios esperados y sorpresas. En esta edición del CRFIC además me complace que los premios son también reflejo de algunos de nuestros objetivos programáticos, como reconocer el aporte de las mujeres cineastas, poner a dialogar diferentes modalidades de representación, y no estar al margen de la realidad circundante y urgente de nuestros países. De mi parte, me queda agradecer y reconocer el profesionalismo, la sensibilidad y la capacidad para dejarse sorprender de nuestros jurados en todas las secciones competitivas”.

 

Considerandos de películas en categorías competitivas

 

El jurado de la Competencia costarricense de largometraje y la Competencia centroamericana de largometraje estuvo conformado por Susana Santos Rodrigues (Portugal), quien se dedica desde hace 10 años a la curaduría, distribución y comunicación de cine de autor; Raúl Camargo (Chile), director desde el 2014 del Festival Internacional de Cine de Valdivia (FICValdivia), en Chile; y la cineasta costarricense Hilda Hidalgo Xirinachs (Costa Rica).

 

En los considerandos, dicho jurado justificó la elección de la película El despertar de las hormigas por “su exploración formal del tema del deseo y la autonomía femenina”.  

 

En el caso del largometraje Temblores, el jurado destacó la película “por la capacidad de retratar una situación que pareciendo inverosímil es totalmente real y contemporánea, a través de una narrativa visual y sonora hábilmente construida”.

 

Sobre la película documental Callos, el jurado otorgó un Premio especial “por su acierto en el tratamiento de un tema que es íntimo y a la vez político con ramificaciones en toda la región”.

 

En relación con La batalla del volcán, tomó la decisión de hacerle una mención por “poner en valor el registro histórico de un proceso político confrontándolo, con algunos de sus protagonistas, en el presente”.

 

Por su parte, el jurado de la Competencia nacional de cortometraje, constituido por Diego Ginartes Rodríguez (España), Marija Fridinovaite (Lituania) y Federico Montero (Costa  Rica), reconoció a Estelas por “por su honestidad, sensibilidad y la sutileza en el tratamiento de los personajes; y por la habilidad de capturar el paso del tiempo, contextualizado en una tierna historia de amor que encapsula la memoria para recordarnos la vulnerabilidad de nuestro ser”.

 

El jurado de la Competencia nacional de cortometraje, también otorgó Premio especial a Galatea al infinito aduciendo que hace “una relectura creativa y ambiciosa que va en oposición a la narrativa hegemónica heteropatriarcal, generando una reflexión crítica sobre la objetivización y capitalización sexual del cuerpo femenino”.

 

Industria CRFIC

 

El jurado de Industria CRFIC -plataforma del Festival que apoya, visibiliza e impulsa el desarrollo y finalización de proyectos centroamericanos- compuesto por Isabel Arrate (Países Bajos), Rafael Sampaio (Brasil) y Marcela Esquivel (Costa Rica), reconoció a seis películas en gestación o en posproducción.

 

Ceniza negra, una película de la directora Sofía Quirós  con producción de la cineasta Mariana Murillo, fue reconocida en la Categoría de cine en posproducción costarricense, de acuerdo con el jurado “por ser una película que trabaja con una sensibilidad artística la mirada de una niña afrocaribeña sobre ella misma, su familia y su comunidad, trayendo al cine nacional identidades poco retratadas. Por sus cualidades técnicas y artísticas, se destaca el potencial internacional de esta película”.

 

El silencio del topo, largometraje documental guatemalteco de la directora Anais Taracena y producción de Rafael González, fue premiada también la Categoría de cine en posproducción centroamericana, porque “destaca la valentía de romper el silencio y la perseverancia de la realizadora de este proyecto en ir al fondo del conflicto de su país y de nuestra región centroamericana. Por ser un documental importante que merece ser finalizado en las mejores condiciones posibles”.

 

Polvo de gallo, película salvadoreña del director y productor Julio López, se llevó el Premio Say the Same Subtitles según acta del jurado de Industria, “por mostrar un cine salvadoreño que explora con el género cinematográfico una realidad que es incómoda de enfrentar en el contexto de un sistema patriarcal. Se espera que este premio le permita a esta película un alcance internacional”.

 

El caso del largometraje costarricense Río Sucio, con la dirección de Gustavo Fallas y la producción de Ruth Sibaja, se le otorgó el Premio Centra Post (de posproducción completa de imagen y sonido), pues los “requerimientos son acordes a las posibilidades técnicas de Central Post. También por construir una atmósfera que explora el género de la tragedia, logrando una estructura narrativa que muestra la madurez de un proceso creativo de realización”.

 

En la Categoría de foro de presentación de proyectos de Industria CRFIC, el proyecto cinematográfico ganador fue Lugares vacíos del director Zenén Vargas y el productor Santiago Durán de Costa Rica. El jurado destaca que la razón para premiar es “la motivación de estos jóvenes por comprender el pasado político de su país y la importancia de traer a la luz una variedad de voces y perspectivas sobre un evento que podría ser olvidado. Además, por ser uno de los proyectos a los que este premio impactará de manera más inmediata para que logre llegar a su grabación”.

 

Y por último, el proyecto Si no ardemos cómo iluminar la noche de la directora Kim Torres y la productora Alejandra Vargas de Costa Rica se alzó con el Premio Cine House, que consiste en el préstamo por dos días de equipo completo de cámara y camión de luces, de acuerdo con el Jurado “por la claridad de los elementos narrativos y visuales, y por ser una historia con mirada femenina que podría tener fortaleza a nivel nacional e internacional. Este premio podrá contribuir a la creación de un teaser o un cortometraje que ayudarían al avance del proyecto”.

 

Estímulos económicos
 

El premio al Mejor largometraje costarricense recibirá un estímulo de 3.000.000 de colones, el Mejor largometraje centroamericano 1.000.000 de colones y el Mejor cortometraje nacional obtendrá 1.000.000 de colones


En la sección Industria CRFIC, el apartado de Foro de presentación de proyectos recibirá 3.000.000 de colones y Cine en posproducción otorgará dos incentivos económicos de 3.000.000 cada uno (6.000.000 millones en total).

 

Esta es la lista de películas y proyectos ganadores:
 

Competencia costarricense de largometraje:

Mejor largometraje nacional: El despertar de las hormigas (Costa Rica-España, 2018) de Antonella Sudasassi.
 

Competencia centroamericana de largometraje:

Mejor largometraje centroamericano: Temblores (Guatemala-Francia, 2018) de Jayro Bustamante.
 

Competencia nacional de cortometraje:

Mejor cortometraje nacional: Estelas (Costa Rica-Canadá) de Milena Salazar.
 

Premio Especial del Jurado:

  • Competencia costarricense de largometraje: Callos (Costa Rica, 2018) de Nacho Rodríguez.
  • Competencia nacional de cortometraje: Galatea al infinito (Costa Rica- España, 2017) de Mariangela Pluchino, Julia Maura, Ambra Reijnen, María Chatzi y Fátima Flores.

 

Mención del Jurado:

  • Competencia centroamericana de largometraje: La batalla del volcán  (El Salvador- México, 2018) de Julio López.
     

Premios del Público:
 

  • Competencia centroamericana de largometraje: Yo no me llamo Rubén Blades (Panamá, Argentina-Colombia,  2018) de Abner Benaim.
  • Competencia costarricense de largometraje: El baile de la Gacela (Costa Rica-México, 2018) de Iván Porras.
  • Competencia nacional de cortometraje: La Bohemia (Costa Rica, 2018), de Natalia Solórzano.

 

Industria CRFIC:

  • Ceniza negra (Costa Rica-Argentina-Chile-Francia); dirección: Sofía Quirós; producción: Mariana Murillo.
  • El silencio del topo (Guatemala-México); dirección: Anais Taracena; producción: Rafael González.
  • Polvo de gallo (El Salvador-México); dirección y producción: Julio López.
  • Río Sucio (Costa Rica-Colombia); dirección: Gustavo Fallas; producción: Ruth Sibaja.
  • Lugares vacíos (Costa Rica); dirección: Zenén Vargas; producción: Santiago Durán.
  • Si no ardemos cómo iluminar la noche (Costa Rica); dirección: Kim Torres;  producción: Alejandra Vargas.